¿Usas suplementos multivitamínicos? Esto es lo que necesitas saber los riesgos de su consumo

En las últimas décadas, los productos multivitamínicos lideran el ranking de los suplementos más vendidos en todo el mundo. Por un lado, esto apunta a que más personas están conscientes de la importancia de los micronutrientes (vitaminas y minerales, principalmente) para su salud. Pero, por otro, indican un desconocimiento sobre los riesgos de usar suplementos multivitamínicos en dosis inapropiadas o sin un acompañamiento profesional. Por ello, hoy decidimos resumir lo más importante que debes saber a la hora de suplementar vitaminas y minerales. ¡Sigue leyendo!

Suplementos multivitamínicos: qué son y qué nos aportan

La mayoría de los suplementos llamados coloquialmente ‘multivitamínicos’ ofrecen una combinación de micronutrientes importantes para el óptimo funcionamiento de nuestro organismo. En líneas generales, estos productos suelen contener:

• Vitaminas solubles en agua: son las del complejo B y la vitamina C, que no pueden almacenarse en nuestro cuerpo y cuyo exceso se elimina sobre todo a través de la orina.
• Vitaminas liposolubles: son solubles en grasa y nuestro cuerpo sí es capaz de almacenarlas, principalmente en los tejidos adiposos. Aquí se incluyen las vitaminas A, D, E y K.
• Minerales: los más comunes en los suplementos multivitamínicos son calcio, hierro, magnesio, zinc, cobre, selenio, fósforo y potasio.

Además, algunos multivitamínicos también incluyen antioxidantes como los polifenoles y los carotenoides (licopeno, luteína…).

¿Para quienes están pensados los suplementos multivitamínicos?

En teoría, estos suplementos se desarrollan para auxiliar personas que tienen dificultades para obtener las cantidades necesarias de micronutrientes a través de su alimentación. Por ejemplo:

• Quienes hacen dietas con restricción calórica más significativa.
• Personas con intolerancias alimentarias que puedan dificultar el acceso natural (vía alimentos) a estos micronutrientes.
• Veganos y vegetarianos, sobretodo en el caso de la vitamina B12.
• Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
• Adultos mayores o jóvenes en etapa de crecimiento.
• Practicantes de deportes que puedan requerir de una ingesta más elevada de micronutrientes.

¡Aquí ya tenemos el primer problema! Gran parte de la población empieza a tomar multivitamínicos por cuenta propia, muchas veces sin conocer su actual estado de salud, su ingesta diaria de cada uno de estos micronutrientes y cuáles serían las dosis óptimas de cada uno de ellos.

Los riesgos de tomar suplementos multivitamínicos por cuenta propia

Lo principal a tener en cuenta es que estos productos no te permiten definir cuáles micronutrientes repondrás ni en qué dosis lo harás. Por ello, no permiten individualizar la suplementación y es probable que su uso prolongado termine produciendo un exceso de uno o más micronutrientes en tu cuerpo. Y estos excesos casi nunca son inofensivos…

Cuando hablamos de vitaminas solubles en agua, las sobredosis suelen tener efectos menos dañinos, pues los excesos se eliminan fácilmente por la orina. Pero, una ingesta excesiva de vitamina C, por ejemplo, puede acidificar la orina y terminar provocando ardor o molestias al orinar.

Pasando a las vitaminas liposolubles, los riesgos se vuelven más alarmantes, pues estas se almacenan en el cuerpo. Por ejemplo, una ingesta excesiva de vitamina D puede terminar sobrecargando los riñones. Mientras un exceso de vitamina K puede aumentar el riesgo de anemias y las sobredosis de vitamina E pueden provocar sangrados, náuseas y debilidad muscular.

Finalmente, debes saber que los minerales terminan ‘compitiendo’ entre sí – o incluso con las vitaminas – a la hora de ser absorbidos. El calcio, por ejemplo, interfiere con la absorción de hierro, zinc y manganeso, por lo que jamás deberías suplementarlos al mismo momento, que es lo que supone el uso de suplementos multivitamínicos.